Que empiece el invierno.
Yo siempre te he llamado Primavera.
Porque venías a alegrar los días más fríos.
Pero no los calentabas, los convertías a tu manera.
Y no sabes como me gustaba.
Combinabas mi ruina con tu poesía.
Porque venías a alegrar los días más fríos.
Pero no los calentabas, los convertías a tu manera.
Y no sabes como me gustaba.
Combinabas mi ruina con tu poesía.
Que se sigue escuchando su nombre entre tus versos. Y entre tus besos.
Lo mal que se nos da fingir. Y lo mucho que lo hacemos.
Qué suerte tenerte en mi invierno.Lo mal que se nos da fingir. Y lo mucho que lo hacemos.
De quien menos te lo esperes para la persona que más odies.
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