Hablo de cambiar las sonrisas falsas por la ignorancia, de querer a quien te quiere y obviar a quien te jode. De sonreír a los días negros, nublados, rojos y rosas. De odiar los domingos y sonreír el lunes; saber valorar que levantarse a las ocho de la mañana es más fácil con un 'buenos días' de la boca adecuada. Hablo de que te resbale lo que piensen si tú estás bien; si tienes orgullo te lo tragas, o sino lo escupes. Todo tiene la parte buena, sólo tenemos que saber buscarla. Y si no existe, cuando tocas fondo acuérdate de que todo va hacia arriba. Porque antes de opinar tienes que saber de lo que hablas, y antes de juzgar ponte en el lugar del otro. Nadie sabe absoluto. Hablo porque tú crees que no paras de crecer y madurar, y eso en realidad es lo que te hace cada día más pequeño.
HABLO DE TI, DE TU PREPOTENCIA Y TU ORGULLO, DE TU SUPERIORIDAD. De todo eso que sin que tú te des cuenta cada día te hace más débil.