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martes, 26 de febrero de 2013

Sigue aquí hasta que duela y...

(espérame hasta que estalle todo.)

Ella volvió en plena guerra fría de sentimientos,
pero volvió con dos flores,
el vestido descosido,
y el flequillo despeinado.
Y eso desgasta en una noche a cualquier ganador consagrado.

Para qué voy a tenerla siempre, si sólo me gusta perderla
(por la parte en la que vuelve.)
Siempre me ganas.

jueves, 14 de febrero de 2013

Delirios de grandeza

Puedo presumir de haber tenido casi todo,
lo que consideraba obvio y necesario. Pero créeme 
cuando te digo que si te falta algo de lo más imprescindible te sobra lo demás,
y no me vengas con estupideces de que nadie es imprescindible, cuando me considero total y absoluta dependiente de un sentimiento, al cual más de diez veces tengo que agradecer por haberme tenido. 
Porque cuando te digo que he sentido, no es que tuviera la capacidad humana de sentir. Sino que aquello que sientes... Es.

I mean,
No todo es, 
tú eres quien decide,
algo tan personal, 
como un sentimiento,
(que no se te olvide,
creado por ti)
sea o no sea.
O sea,
eso de que lo que sientes... cómo explicarlo, joder, si todos lo habéis sentido. Entendedlo.
Buenas noches pesadilla. Sigues siendo tú.


miércoles, 13 de febrero de 2013

Senti(miento)s versión extendida

Así empezó el momento eterno que no duró un segundo. ¿Y si todo lo basáramos en creer? Quien iba a creer en nosotros mas que nosotros mismos.

No intentes que Otro aprenda a disfrutar al mirar tus dedos recorriendo tres veces la misma sonata que todas nueve veces al día.
Otro no sabe como dibujé en tu pecho un círculo de seguridad para que nadie entrara. Tatuaste mis sentimientos en la parte inferior de tu espalda, y entonces; como pretendías que me enamorara. Dile a Otro que se esconda en ti, y ganará un poquito de mí.


Un segundo se tarda en decir
a d i ó s
tres noches para olvidarlo.

Retóricamente tuyo, como en las tres últimas madrugadas escuchando de tus manos las poesías musicales que recitaba Mozart en forma de ti.

Pero me ofreciste una paz que era peor que mi guerra. Quién pretendía negarte algo.