Aún estoy discutiendo conmigo misma la existencia de un Dios que no sea superior.
Entonces me paré a pensar,
que no siempre se concibe como revolución cuando es contra ti mismo.
Pero esa es de las peores.
Luego pensé como existen personas que creen en Dios
y no en el amor,
o en sí misma.
Si todo se basa en que lo que hago lo maneja alguien,
yo no quiero creer en nada,
ni nadie.
Y en este contexto, me empiezo a replantear la utilidad del pensamiento.
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