No digo que me quieras, tampoco pido ni quiero eso, digo que me hago querer facilmente y los dos sabemos que me conoces lo suficiente como para hacerme daño y también sabemos que no puedes hacerlo. Perdóname por hablarte con esta superioridad, pero es tan obvio lo que te digo.
Eres tú el que has vuelto; digamos que hago esto para divertirme, un simple juego. tú también lo haces para eso, aunque no te voy a mentir diciendo que me interesa lo que hagas o dejes de hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario