Y tú, que sigues mirando lo que deseas mientras los demás disfrutan de lo que tienen.
Que tu cama se te queda grande y el mundo tan pequeño. Nunca pudiste soportar que alguno de ellos no se cambiara con las sábanas, pero tampoco lo evitabas. Pocos vieron amanecer desde tu cama. Tacones de aguja, cigarro en la mano y una copa de whisky barato en la otra. Y tú, que parece que tienes una cara hecha para sonreir, que naciste para enamorar y te guías por impulsos. Eres capaz de sobrevivir a base de alegrías. No todo es lo que parece:
si sonries es por educación, si enamoras por costumbre y si fumas, no siempre por adicción.
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| "Tu autoestima, casi tan alta como tu frente que parece practicamente
evidente que no hay nadie alrededor que no te esté mirando fijamente." |
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––No prentendas que después de todo, alguno se fijara en tus ojos.
claro ejemplo de quiero y no puedo–am/olivé
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