Creemos que por llamar de manera determinada a un sentimiento nos da derecho a creer que lo sentimos. Cuando normalmente le ponemos un nombre que ya existe por el hecho de que no sabemos explicarlo; ni sentirlo.
El calor que desprende su sonrisa en pleno Diciembre, como se desvanecen las ganas en tu corazón de mimbre.
Normalmente todo lo relacionado con lo material, todo aquello que podemos tocar tiene nombre propio. ¿Y lo demás? Lo que sentimos, lo afectivo, le llamamos "amor" o en su defecto, "cariño".
Sabiendo que lo sientes, sintiendo que es real.
Pero hay algo más, que todos conocemos y no sabemos explicar.
Por eso yo soy de las de demostrar antes de hablar. Así es más fácil de recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario