Pero últimamente el buen humor no me acompaña, el espejo no le gusta que me mire por las mañanas. No le gusta porque tú no estás al lado riéndote de mis caras al mirarme en él. Los helados no saben igual. No saben igual porque tú no les muerdes antes. La ducha está fría. Fríos los sentimientos. Las sábanas son ásperas, bueno, no. No son ásperas. Parecen ásperas si no estás cerca. No huelen a ti, todo es tan raro desde que te has ido. Desayunos insípidos de la noche anterior, nadie sabe hacerme el café como tú. Tampoco espero que vuelvas, no nos engañemos, no quiero que vuelvas. Por mentirse a uno mismo no perdemos nada, o eso nos dicen siempre. En Madrid está nublado, con nubes negras carbón, y hace frío. Ya sé que me dirás que es Julio pero, y yo que le hago si sigo teniendo frío por las noches si tú no estás. A ti que nadie te quite las ganas de echarme de menos.
Y yo sigo sin echarte de menos.
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