Atardeceres de cervezas y cigarros en la playa, besos ajenos a todo lo que habías planeado e incertidumbre constante por saber dónde y cómo acabarás esa noche. Ni siquiera sabes lo que te pasa por la cabeza, demasiadas emociones y muy pocas ganas de pararse a pensar. Tú, quien quieras que seas, desde aquí al lugar en el que te escondas, espérame.
Paso de textos largos, precisos y bonitos. -ninguno sabréis nunca lo que se me pasa por la cabeza-
No hay comentarios:
Publicar un comentario